lunes, 1 de febrero de 2016

basurero

Cuan reconfortante estar en la cama pensando en dormir, y oír el grito del basurero: "vamos!"... a lo que sigue el cansino quejido del trasnochado motor, ya viejo, ya ahogado de tanta oscuridad; es un grito primordial, un invitación a la aventura, viajar subido a un camión bestial, salvaje, con el viento en la cara, en la soledad de la noche. Todo es suyo, mientras los demás soñamos nuestros sueños de personitas comunes y perdidas. ¡Cuan reconfortante es en mi corazón, hasta mañana mi Campeón!. Ahora ya puedo dormir, al abrigo del deseo ingenuo de los pobres, eso que nos mantiene vivos, pese a la basura de los otros.

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